!Ventajas¡
Se recupera el contacto con el entorno natural y rural, ya que al cultivar sus propios alimentos, las personas aprecian más el trabajo del campesino y aprenden a valorar la importancia del campo.
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Es una forma divertida y ecológica de ocio familiar.
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Establecer valores y relaciones entre el medio ambiente y las actividades humanas.
Facilita el contacto directo y manipulación de elementos como la tierra, el agua, las planta, las herramientas, en fin una experiencia enriquecedora.
Conocer las técnicas del cultivo de la huerta orgánica.
Buena excusa para salir de la ciudad el fin de semana y desarrollar una actividad diferente.
La importancia de poder consumir los productos cultivados por uno mismo, y la satisfacción que eso genera.
Tomar conciencia que los productos más sanos requieren tiempo, paciencia y responsabilidad con el medio ambiente.
Los niños aprenden que las cosas tienen un valor, que nos motivan a sentir un gran interés y preocupación por conservar la biodiversidad, y los hábitos naturales de las especies hortícolas tradicionales y autóctonas de la cada región.